viernes, 22 de enero de 2010

LA GRAMÁTICA MEDICAMENTERA



En estas fechas invernales, de lluvia y frío, de viento y borrasca en las que el moquillo aflora por nuestra garganta y nos visita para quedarse atascado en nuestras fosas nasales. Crea un malestar como nadie sabe hacerlo, dolores de cabeza, el cuerpo cortado, ganas de morir aumentando, odio brutalmente injustificado a todo ser viviente que nos rodea, insistiendo además en eliminar consonantes de nuestro vocabulario como la "m" o la "n".

Pues bien señores, es hora de aprendernos de una **ta vez, a decir el nombre de los medicamentos de forma correcta, por favor.

NO VALEN: EFERELGAN, FRENERGAN, EFRELGAN, FENERGAN, FRENADOL, FERNANDOL, FROILÁN, EFERALGIAL, FERNANDO FERNÁN GÓMEZ, FIBERGRÁN, FILIGRANA, FULANA, FANGORIA y DERIVADOS.

2 comentarios:

  1. Efectivamente para ciertas personas (me incluyo) es un galimatías el nombre de un medicamento por varias razones:

    1. Estás enfermo y lo menos que te apetece es leer trabalenguas.

    2. La ligereza con la que los médicos te escupen en nombre a la cara.

    3. El oído ya educado del farmacéutico que aunque le digas el nombre del medicamento en lituano te lo trae sin decir ni mú.

    4. La poca eficiencia de los laboratorios que no se ponen de acuerdo para ponerle a los medicamentos nombres de formularios B3i, F8h. Así la vida sería maravillosa.

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  2. La verdad es que es algo que pensaba ayer por ejemplo. Por qué no puede ponerle nombres más sencillos a los medicamentos, como por ejemplo quita fresfriados, quita mocos, fuera tos, joder cosas sencillas!!

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