CONDUCTAS REPROBABLES VOL.7

Teléfono rojo, volamos hacia el infierno

Bueno queridos niños y niñas, volvemos con una de vuestras asignaturas preferidas, nada de porquerías y moñerías de educación ciudadana, nos referimos a esas conductas que nos irritan que nos hacen desear fallecimientos ajenos y pensar en pupilas acariciadas con hierros al rojo vivo... eso es! conductas reprobables de la mano de Cabeza Destructora!

El tema que nos ocupa hoy, son los call centers o centralitas de teléfono, o servicios al cliente telefónicos o como os de la gana llamarlos, porque al fin y al cabo todos son la misma basura capitalista! jajajaja

De primera mano, realizar cualquier operación sencilla se convierte en la resolución del cubo de Rubick, con los ojos vendados y saltando a la pata coja, es algo imposible. Si quieres preguntar cual es tu tarifa y cómo la puedes cambiar, es más fácil que te vayas al himalaya con calleja a descubrir el secreto de la eterna juventud, antes de que te respondan claramente.

Porque hemos llegado al punto de que hay veces que no te coge el teléfono ni una persona! El otro día estuve hablando con c3po para informarme del programa de puntos y la verdad es que es muy frustrante, "No le he entendido señor, puede repetir la pregunta?" Eee..... sí, mira que te vayas a tomar por culo, lo has entendido ahora maldita máquina del demonio?
Porque dónde va nuestro dinero? si no es para pagar el sueldo de una persona que me atienda dignamente? Por no hablar de teleoperadores de otros países a los que les pagarán una miseria por trabajar una pila de horas. Y eso está mal, muy mal.

Otro caso muy curioso es el de una gran compañía de teléfono que todos conocemos, en la que si tenemos alguna queja, no podemos poner ni mú, sólo por la sencilla razón de que no tienen teléfono de quejas o de reclamaciones, la única manera por lo visto es mandando un escrito por internet y claro, si estás solicitando que te pongan internet y no hacen su trabajo como dios manda, no te puedes quejar!!! estupendo si señor, tendrá el índice más bajo de quejas y reclamaciones, pero por eso mismo. Es como si dices, a mi no me ha dejado nunca una mujer o un hombre, si cuando te llaman les cuelgas el teléfono... No hay peor ciego que el que no quiere ver.

La cosa es que uno está totalmente vendido frente a las adversidades telefónicas que nos acechan y ya puedes querer cambiar de tarifa, sacarte el móvil plásticoso con los 3 puntos y medio que te dan o quejarte porque te han pasado una factura de medio millón de (las antiguas) pesetas de alguien que ha llamado a un teléfono erótico-festivo de kuala lumpur que te van a dar bien por detrás.

Así que amigos, volvamos a las señales humo!